7. Y mientras que de los ángeles dice la Escritura: Dios hace espíritus a sus ángeles, y llamas ardientes a sus ministros ,
8. del Hijo, en cambio, dice: Tu trono, oh Dios, permanece para siempre y gobiernas tu reino con rectitud.
9. Amas la justicia y odias la maldad; por eso Dios, tu Dios, te ha ungido con óleo de alegría haciéndote sobresalir más que tus compañeros.
10. Y dice también: Tú, Señor, pusiste al comienzo los cimientos de la tierra, y hechura de tus manos son los cielos.
11. Ellos perecerán; tú, en cambio, permaneces. Como traje que envejece serán todos;