La Palabra Versión Hispanoamericana

Génesis 34:5-23 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

5. Jacob se enteró de que Siquén había violado a Dina, pero como sus hijos estaban en el campo con el ganado, no dijo nada hasta su regreso.

6. Mientras tanto Jamor, padre de Siquén, fue a ver a Jacob para hablar con él.

7. Cuando los hijos de Jacob regresaron del campo y supieron lo que había sucedido, se sintieron ultrajados y se llenaron de ira porque era una ofensa imperdonable para Israel el que Siquén hubiese violado a la hija de Jacob; era algo que nunca debió haber hecho.

8. Pero Jamor habló con ellos y les dijo:—Mi hijo Siquén se ha enamorado de su hermana. Por favor, permitan que él la tome como esposa.

9. Así emparentaremos: dennos sus hijas, tomen ustedes las nuestras

10. y quédense a vivir con nosotros. Esta tierra está a su disposición; vivan en ella, hagan negocios y adquieran posesiones.

11. Siquén, por su parte, dijo al padre y a los hermanos de Dina:—Sean benévolos conmigo y les daré cuanto me pidan.

12. Impónganme una dote alta y regalos valiosos por la muchacha y les daré lo que me pidan, con tal de que me la den en matrimonio.

13. Los hijos de Jacob, ultrajados por lo que Siquén había hecho a su hermana Dina, respondieron con engaño a Jamor y a su hijo,

14. diciéndoles:—No podemos hacer lo que nos piden, dando nuestra hermana a un hombre que no está circuncidado; eso sería una afrenta para nosotros.

15. Solo podemos aceptar con una condición: que ustedes sean como nosotros, es decir, que todos sus varones se circunciden.

16. Así sí podremos darles a nuestras hijas y nosotros tomar a las de ustedes, viviendo entre ustedes y formando un solo pueblo.

17. Pero si no aceptan nuestra condición de circuncidarse, nos marcharemos con nuestra hermana de aquí.

18. Jamor y Siquén estuvieron de acuerdo con esta propuesta

19. y el muchacho no tardó en tratar de ejecutar lo que habían acordado, porque estaba enamorado de la hija de Jacob.Como Siquén era la persona más respetada en su familia,

20. él y su padre Jamor fueron a la puerta de la ciudad y hablaron así a sus conciudadanos:

21. —Estos hombres son gente de paz. Dejemos que se establezcan en nuestro país y que puedan comerciar aquí, pues hay suficiente espacio para ellos. Nosotros tomaremos por esposas a sus hijas y a ellos les daremos las nuestras.

22. Pero, para que ellos vivan entre nosotros y formemos un solo pueblo, ponen una sola condición: que se circunciden todos nuestros varones tal como ellos acostumbran.

23. Solo tenemos que decir que sí y ellos se quedarán a vivir con nosotros; entonces sus ganados, sus posesiones y todos sus animales serán nuestros.