La Palabra Versión Hispanoamericana

Génesis 3:7-22 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

7. En aquel momento se les abrieron los ojos y descubrieron que estaban desnudos, por lo que entrelazaron unas hojas de higuera y se taparon con ellas.

8. Cuando el hombre y su mujer sintieron los pasos de Dios, el Señor, que estaba paseando por el jardín al fresco de la tarde, corrieron a esconderse entre los árboles del jardín para que Dios no los viera.

9. Pero Dios, el Señor, llamó al hombre diciendo:—¿Dónde estás?

10. El hombre contestó:—Te oí en el jardín, tuve miedo porque estaba desnudo, y me escondí.

11. Entonces Dios, el Señor, le preguntó:—¿Y quién te dijo que estabas desnudo? ¿Acaso has comido del árbol del que te prohibí comer?

12. El hombre respondió:—La mujer que me diste por compañera me ofreció de ese fruto y yo lo probé.

13. Entonces Dios, el Señor, preguntó a la mujer:—¿Por qué hiciste eso?Ella respondió:—La serpiente me engañó y comí.

14. Entonces Dios, el Señor, dijo a la serpiente:—Por haber hecho esto,maldita serás entre todos los animales,tanto domésticos como salvajes.De ahora en adelante te arrastrarás sobre tu vientrey comerás polvo toda tu vida.

15. Pondré enemistad entre tú y la mujer,entre tu descendencia y la suya.Su descendencia te aplastará la cabeza,y tú le morderás el talón.

16. A la mujer le dijo:—Multiplicaré sobremaneralas molestias en tus embarazos,y con dolor parirás a tus hijos.Tendrás ansia de tu maridoy él te dominará.

17. Al hombre le dijo:—Como hiciste caso a tu mujery comiste del árbol del que te prohibí comer,la tierra va a ser maldita por tu culpa;con fatiga sacarás de ella tu alimentodurante todo el tiempo de tu vida;

18. te producirá espinos y cardos,y comerás hierba del campo.

19. Te ganarás el pancon el sudor de tu frente,hasta que vuelvas a la tierrade la cual fuiste formado,pues eres polvo,y al polvo volverás.

20. El hombre puso a su mujer el nombre de Eva porque ella sería la madre de todo ser viviente.

21. Dios, el Señor, hizo para el hombre y su mujer ropas de piel, y los vistió.

22. Después, Dios, el Señor, se dijo: «El ser humano es ya como uno de nosotros, conocedor del bien y del mal; para ser inmortal solo le falta extender la mano y comer del fruto del árbol de la vida».