La Palabra Versión Hispanoamericana

Génesis 19:8-25 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

8. Tengo dos hijas que aún son vírgenes; voy a traerlas para que hagan con ellas lo que quieran, pero no les hagan nada a estos hombres que están cobijados bajo mi techo.

9. Pero ellos le contestaron:—¡Quítate de ahí! Este individuo que ni siquiera es de aquí quiere ahora dárselas de juez. ¡Pues vamos a tratarte peor que a ellos!Y empujándolo violentamente, trataron de echar abajo la puerta.

10. Pero los visitantes alargaron el brazo, metieron a Lot con ellos en la casa y cerraron la puerta,

11. Y a toda aquella gente que estaba agolpada a la puerta de la casa dejaron ciega, desde el más joven al más anciano, de modo que no eran capaces de encontrar la puerta.

12. Los visitantes dijeron a Lot:—¿Tienes más familiares aquí? Saca de este lugar a tus yernos, a tus hijos e hijas, y a todos los familiares que tengas en esta ciudad,

13. porque vamos a destruirla. La denuncia presentada ante el Señor contra ella es tan grave que el Señor nos envía a destruirla.

14. Entonces Lot salió a avisar a sus futuros yernos, los que se habían de casar con sus hijas, y les dijo:—¡Salgan de esta ciudad sin perder tiempo, porque el Señor va a destruirla!Pero los yernos pensaron que Lot lo decía en broma.

15. Al amanecer los ángeles urgieron a Lot:—¡Deprisa! Toma a tu mujer y a tus dos hijas que están aquí si no quieren ser aniquilados junto con la ciudad.

16. Pero como Lot titubeaba, los mensajeros los agarraron de la mano, a él, a su mujer y a sus dos hijas, y los sacaron fuera de la ciudad, porque el Señor tuvo compasión de ellos.

17. Y mientras los sacaban fuera de la ciudad, uno de los ángeles le dijo:—¡Corre, ponte a salvo! No mires atrás ni te detengas para nada en el valle. Huye hacia las montañas, si no quieres morir.

18. Pero Lot les dijo:—Eso no, por favor, Señor mío.

19. Tú has protegido a este siervo tuyo y has mostrado tu gran misericordia salvando mi vida, pero yo no puedo huir a las montañas, porque me alcanzaría la desgracia y moriría.

20. Fíjate, por favor, en esa ciudad que está aquí cerca y déjame refugiarme en ella, pues es insignificante —¿no es verdad que lo es?—. Déjame buscar refugio en ella para poner a salvo mi vida.

21. El ángel le respondió:—Está bien, acepto tu petición. No destruiré la ciudad de que me hablas.

22. Pero, ¡anda! vete allá de una vez, porque no puedo hacer nada mientras no llegues allí.Por eso a aquella ciudad se le dio el nombre de Soar.

23. Amanecía ya cuando Lot llegó a Soar.

24. Entonces el Señor desde el cielo hizo llover azufre y fuego sobre Sodoma y Gomorra.

25. Y destruyó estas ciudades y toda la llanura, todos los habitantes de las ciudades y la vegetación del campo.