1. Me hizo volver al pórtico exterior del santuario, el que está orientado hacia el este, pero estaba cerrado.
2. Entonces me dijo:—Este pórtico permanecerá cerrado; nadie lo abrirá ni entrará por él, pues el Señor, Dios de Israel, ha entrado por él y debe permanecer cerrado.
3. Solo el príncipe podrá sentarse en él para comer en presencia del Señor. Entrará por el vestíbulo del pórtico y saldrá por el mismo sitio.