La Palabra Versión Hispanoamericana

Ezequiel 18:19-32 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

19. Pero ustedes dicen: «¿Por qué el hijo no ha de cargar con el pecado del padre?». Pues porque el hijo ha practicado el derecho y la justicia, ha respetado y puesto en práctica todas mis normas, y por tanto les aseguro que vivirá.

20. La persona que peque, morirá; el hijo no cargará con la culpa del padre ni este cargará con la culpa del hijo. La persona honrada será tratada como honrada, y la persona malvada será responsable de su maldad.

21. Pero si el malvado se aparta de todos los pecados que cometió, observa todas mis normas y practica el derecho y la justicia, seguro que vivirá; no morirá.

22. Ninguna de las ofensas que haya cometido le será recordada; vivirá por haberse comportado honradamente.

23. ¿Creen que me complace la muerte del malvado? —oráculo del Señor Dios—. Pues no, prefiero que se aparte de su mala conducta y viva.

24. En cambio, a la persona honrada que abandone su honradez y empiece a actuar con malicia, cometiendo las mismas infamias que cometía el malvado del que hemos hablado, no le será recordada la honradez con la que había actuado; morirá conforme a las malas acciones y a los pecados que haya cometido.

25. Pero ustedes dicen: «No es justo el proceder del Señor». A ver si prestan atención, israelitas: ¿Creen que es injusto mi proceder? ¿No será su proceder el que no es justo?

26. Si el honrado abandona su honradez y empieza a actuar con malicia, y muere, morirá por su propia malicia.

27. En cambio, si el malvado abandona su inveterada maldad y empieza a practicar el derecho y la justicia, pondrá a salvo su vida.

28. Si lo piensa bien y se aparta de las ofensas cometidas, seguro que vivirá; no morirá.

29. Dicen los israelitas: «No es justo el proceder del Señor». ¿Que no es justo mi proceder? ¿No será más bien su proceder el que es injusto?

30. En consecuencia, voy a juzgarlos a cada uno según su proceder, pueblo de Israel —oráculo del Señor Dios—. Vuelvan a mí y abandonen su conducta rebelde, de modo que eviten cualquier ocasión de culpa.

31. Dejen a un lado la conducta rebelde que han llevado y procúrense un corazón nuevo y un espíritu nuevo. ¿Por qué han de morir, pueblo de Israel?

32. ¿No ven que no me complace la muerte de nadie? —oráculo del Señor Dios—. Conviértanse y vivirán.