La Palabra Versión Hispanoamericana

Éxodo 34:6-19 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

6. El Señor pasó delante de él proclamando:—¡El Señor! ¡El Señor! ¡Dios compasivo y benévolo, lento en airarse y rico en amor y fidelidad,

7. que mantiene su amor a lo largo de mil generaciones y perdona la desobediencia, la rebeldía y los pecados, aunque no los deja impunes, sino que castiga la culpa de los padres en los hijos y en los nietos, en los biznietos y en los tataranietos!

8. Inmediatamente Moisés se postró en el suelo y lo adoró

9. diciendo:—Señor, si de verdad gozo de tu favor, ven con nosotros, aunque seamos un pueblo testarudo. Perdónanos nuestras desobediencias y pecados, y acéptanos como propiedad tuya.

10. El Señor le respondió:—Mira, voy a sellar una alianza. A la vista de todo el pueblo realizaré maravillas como no se han hecho en ningún país ni en ninguna nación. El pueblo que está contigo verá la obra del Señor, porque yo haré cosas impresionantes contigo.

11. Cumple lo que te ordeno hoy y expulsaré de tu presencia a amorreos, cananeos, hititas, fereceos, heveos y jebuseos.

12. Guárdate mucho de pactar con los habitantes del país donde vas a entrar porque serían una trampa para ti.

13. Al contrario, derriben sus altares, destruyan sus piedras votivas y talen sus árboles sagrados.

14. No adores a dioses extranjeros porque yo, el Señor, llevo el nombre de «Celoso» y soy un Dios celoso.

15. No hagas ninguna alianza con los habitantes de aquel país, no sea que cuando ellos rindan culto a sus dioses y les ofrezcan sacrificios, te inviten también a ti y tengas que comer de las víctimas sacrificadas.

16. No tomes a sus hijas como esposas para tus hijos, pues puede que cuando ellas rindan culto a sus dioses, induzcan también a los hijos de ustedes a rendir culto a esos mismos dioses.

17. No te fabriques dioses de metal fundido.

18. Observa la fiesta de los Panes sin levadura: durante siete días y según te mandé, comerás panes sin levadura en la fecha señalada del mes de Abib, porque en ese mes saliste de Egipto.

19. Todos los primogénitos me pertenecen, incluidas las primeras crías de tu ganado tanto vacuno como ovino, siempre que sean machos.