La Palabra Versión Hispanoamericana

Deuteronomio 5:23-32 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

23. Al oír la voz que salía de las tinieblas, mientras la montaña ardía envuelta en llamas, todos ustedes, jefes de tribu y ancianos, vinieron a hablar conmigo,

24. para decirme: «El Señor nuestro Dios nos ha mostrado su gloria* y su grandeza, y hemos oído su voz que salía del fuego. Hoy hemos visto que un simple mortal puede hablar con Dios y continuar con vida.

25. Pero ¿por qué tenemos que arriesgarnos de nuevo a morir devorados por este terrible fuego? Si seguimos oyendo la voz del Señor nuestro Dios, moriremos.

26. Pues ¿qué mortal existe, que habiendo oído la voz del Dios vivo hablándole desde el fuego, como la hemos oído nosotros, haya vivido para contarlo?

27. Por eso, acércate tú al Señor nuestro Dios, escucha todo lo que él te diga, y luego tú nos lo transmites. Nosotros lo escucharemos y lo obedeceremos».

28. El Señor los escuchó cuando me hablaban, y me dijo: He oído lo que te decía este pueblo, y me parece muy bien todo lo que han dicho.

29. ¡Ojalá conserven siempre esa actitud, respetándome y cumpliendo mis mandamientos todos los días, para que tanto ellos como sus hijos tengan siempre una vida dichosa!

30. Ahora ve a decirles que regresen a sus tiendas.

31. Pero tú quédate aquí conmigo, y te daré a conocer todos los estatutos, normas y decretos que deberás enseñarles, para que los observen en la tierra que les voy a dar en herencia.

32. Tengan, pues, cuidado de hacer lo que el Señor su Dios les ha mandado, sin desviarse a derecha ni a izquierda.