La Palabra Versión Hispanoamericana

Deuteronomio 4:27-40 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

27. El Señor los dispersará entre las naciones y no quedarán más que unos pocos en medio de esas naciones a las que el Señor los deportará.

28. Allí darán culto a dioses que han sido fabricados por manos humanas, con piedra y madera; dioses que no ven ni oyen, no comen ni huelen.

29. Entonces, desde allí, buscarás al Señor tu Dios, y lo encontrarás si lo buscas con todo tu corazón y con toda tu alma.

30. Cuando al cabo de los años hayas pasado por estos sufrimientos y angustias, entonces te volverás al Señor tu Dios y le obedecerás,

31. porque el Señor tu Dios es un Dios misericordioso, que no te abandonará ni te aniquilará ni se olvidará de la alianza que con juramento hizo a tus antepasados.

32. Pregunta, si no, a los tiempos pasados que te precedieron, remontándote al día en que Dios creó al ser humano sobre la tierra, a ver si de un extremo a otro del cielo ha sucedido algo tan admirable o se ha oído cosa semejante.

33. ¿Acaso existe algún pueblo que, como ustedes, haya oído a Dios hablándole desde el fuego y continúe con vida?

34. ¿Acaso algún dios se ha atrevido a tomar para sí a un pueblo en medio de otro, con tantas pruebas, milagros y prodigios, combatiendo con poder y destreza sin igual, y realizando tremendas hazañas, como realizó por ustedes y ante sus ojos el Señor, su Dios, en Egipto?

35. Pues a ti te ha mostrado el Señor todo esto para que sepas que solo él es Dios y no hay otro fuera de él.

36. Desde el cielo te permitió escuchar su voz para instruirte, y en la tierra te permitió ver su gran fuego mientras escuchabas sus palabras que salían del fuego.

37. Por amor a tus antepasados y porque escogió a su descendencia después de ellos, el Señor en persona te sacó de Egipto con gran poder;

38. expulsó delante de ti a naciones más numerosas y fuertes que tú, te condujo a su tierra y te la dio en posesión, como está hoy a la vista.

39. Así que reconoce hoy y convéncete de que el Señor es el único Dios: ni arriba en el cielo ni abajo en la tierra hay ningún otro.

40. Cumple sus normas y preceptos que hoy te prescribo. De este modo serán dichosos tú y tus hijos después de ti, y vivirán mucho tiempo en la tierra que el Señor tu Dios te da para siempre.