La Palabra Versión Hispanoamericana

Deuteronomio 28:31-47 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

31. Tu buey será degollado ante tus propios ojos y no probarás su carne; te arrebatarán tu asno, estando tú presente, y no te lo devolverán; tus ovejas pasarán a manos de tus enemigos, y nadie te ayudará a recuperarlas.

32. Tus hijos y tus hijas serán entregados a un pueblo extranjero; tú lo contemplarás con desconsuelo, pero nada podrás hacer.

33. Un pueblo desconocido se comerá los frutos de tu tierra y todo el producto de tu trabajo; te explotará y te maltratará sin parar.

34. Y enloquecerás cuando veas con tus propios ojos esas cosas.

35. El Señor te herirá con úlceras purulentas e incurables en las rodillas, en las piernas, desde la planta del pie hasta la coronilla.

36. El Señor hará que tanto tú como el rey que hayas elegido para ser tu soberano, sean deportados a un país que ni tú ni tus antepasados conocieron. Allí rendirás culto a otros dioses, hechos de madera y de piedra.

37. Serás motivo de espanto, de burla y escarnio en todas las naciones a las que te lleve el Señor.

38. Sembrarás abundante semilla en el campo, pero cosecharás una miseria, porque la langosta la devorará.

39. Plantarás viñedos y los cultivarás, pero no vendimiarás las uvas ni beberás el vino, porque el gusano atacará la cepa.

40. Tendrás olivos por toda tu tierra, pero no te darán aceite ni para ungirte, porque se pudrirán las aceitunas.

41. Tendrás hijos e hijas, pero no podrás tenerlos contigo, porque serán llevados al cautiverio.

42. ¡Enjambres de langosta devorarán todos los árboles y las cosechas de tu tierra!

43. El emigrante que resida contigo subirá cada día más alto, mientras que tu caerás cada vez más bajo;

44. él será tu acreedor y tú serás su deudor; él irá a la cabeza y tú quedarás rezagado.

45. Todas estas maldiciones caerán sobre ti. Te perseguirán y te alcanzarán hasta destruirte, porque desobedeciste al Señor tu Dios y no cumpliste los mandamientos y preceptos que él te ha mandado.

46. Ellos serán una señal y una advertencia permanente para ti y tu descendencia,

47. pues no rendiste culto al Señor tu Dios con alegría y generosidad cuando tenías de todo en abundancia.