1. El año segundo del reinado de Darío*, el día veintiuno del mes séptimo, el Señor habló a través del profeta Ageo y le dijo:
2. —Dirígete al gobernador de Judá, Zorobabel, hijo de Sealtiel, y al sumo sacerdote Josué, hijo de Josadac, así como al resto del pueblo, y diles lo siguiente:
3. «¿Quién queda entre ustedes que haya conocido este Templo en su esplendor inicial? ¿Cómo lo ven ahora? ¿No les salta a la vista su insignificancia?