2. Los gabaonitas no eran israelitas, sino descendientes de un resto de amorreos. Los israelitas estaban vinculados a ellos por juramento, pero Saúl, llevado de su celo por Israel y Judá, había intentado exterminarlos. David los convocó, habló con ellos
3. y les dijo:—¿Qué puedo hacer por ustedes? ¿Cómo podría desagraviarlos para que puedan bendecir la heredad del Señor?
4. Los gabaonitas respondieron:—No queremos ni plata ni oro de Saúl y su familia, ni tampoco queremos que muera nadie en Israel.David les dijo:—Haré por ustedes lo que me digan.