34. Mientras tanto, Absalón había huido. El centinela levantó la vista y vio un gran grupo de gente que venía por el camino de Joronáin, por la ladera del monte.
35. Entonces Jonadab dijo al rey:—Ya vienen los hijos del rey, tal y como tu siervo había dicho.
36. Cuando terminaba de hablar, llegaron los hijos del rey llorando a gritos. También el rey y todos sus servidores se pusieron a llorar a lágrima viva.
37. Absalón, por su parte, huyó y se fue con Talmay, hijo de Amijur, rey de Guesur, mientras David guardaba luto por su hijo todos los días.
38. Absalón, que había huido a Guesur, permaneció allí durante tres años.