36. Senaquerib, el rey de Asiria, levantó el campamento, regresó a Nínive y se quedó allí.
37. Y un día, mientras estaba orando en el templo de su dios Nisroc*, sus hijos Adramélec y Saréser lo asesinaron y huyeron al país de Ararat. Su hijo Asaradón le sucedió como rey.