16. solo cuando se conviertan al Señor, desaparecerá el velo.
17. Y es que el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor hay libertad.
18. En cuanto a nosotros, llevando todos el rostro descubierto y reflejando la gloria del Señor, vamos incorporando su imagen cada vez más resplandeciente bajo el influjo del Espíritu del Señor.