La Palabra Versión Hispanoamericana

1 Tesalonicenses 2:8-16 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

8. Sentíamos tal cariño por ustedes que estábamos dispuestos a entregarles no solo el mensaje evangélico de Dios, sino incluso nuestra propia vida. ¡Hasta ese punto había llegado nuestro amor!

9. Recuerden, hermanos, nuestros afanes y fatigas: cómo trabajamos día y noche para no ser gravosos a nadie, mientras les anunciábamos el mensaje evangélico de Dios.

10. Testigos son, y lo es Dios también, de lo noble, honrado e irreprochable que fue nuestro proceder para con ustedes, los creyentes.

11. Tratamos a cada uno —¡bien lo saben!— como un padre trata a sus hijos:

12. exhortándolos, animándolos y amonestándolos para que se comporten de una manera digna del Dios que los ha llamado a su reino glorioso.

13. Damos por ello gracias a Dios constantemente, pues al acoger el mensaje evangélico de Dios que les proclamamos, no fue un mensaje humano el que ustedes acogieron sino, como es en verdad, un mensaje divino que sigue actuando en ustedes los creyentes.

14. En efecto, hermanos, también ustedes han compartido la suerte* de las iglesias de Dios que se hallan en Judea congregadas en nombre de Jesús: a ustedes los han hecho sufrir sus propios compatriotas; y a ellos, los judíos,

15. que fueron los que mataron a Jesús, el Señor, y a los profetas. Los mismos que ahora nos persiguen a nosotros, desagradan a Dios y se hacen enemigos de todo ser humano,

16. al impedirnos predicar a los paganos a fin de que se salven. Están así llenando permanentemente la medida de sus pecados; pero el castigo de Dios se ha abatido sobre ellos de forma definitiva.