La Palabra Versión Hispanoamericana

1 Samuel 23:8-21 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

8. Entonces Saúl movilizó a toda la gente a la lucha para bajar a Queilá y sitiar a David y a sus hombres.

9. Cuando David se enteró de que Saúl tramaba su desgracia, ordenó al sacerdote Abiatar:—Tráete el efod.

10. Y David dijo:—Señor, Dios de Israel, tu siervo ha oído que Saúl se propone venir a Queilá y destruir la ciudad por mi causa.

11. ¿Me entregarán en su poder los nobles de la ciudad? ¿Bajará Saúl como tu siervo ha oído? Señor, Dios de Israel, responde a tu siervo.El Señor respondió:—Sí, bajará.

12. David insistió:—¿Nos entregarán los nobles de Queilá a mí y a mis hombres en poder de Saúl?Y el Señor respondió:—Sí, les entregarán a ustedes.

13. Entonces David y sus hombres, unos seiscientos, partieron de Queilá y anduvieron errantes y sin rumbo. Se enteró Saúl de que David había escapado de Queilá y suspendió la expedición.

14. David se estableció en los refugios del desierto y vivió en los montes del desierto de Zif. Durante todo ese tiempo Saúl lo estuvo buscando, pero Dios lo libró de sus manos.

15. David estaba atemorizado, porque Saúl había salido para matarlo, mientras se encontraba en Jorés, en el desierto de Zif.

16. Jonatán, el hijo de Saúl, se puso en camino hacia Jorés para ver a David. Allí lo reanimó en nombre de Dios

17. diciéndole:—No temas, porque la mano de mi padre Saúl no te alcanzará. Tú serás rey de Israel y yo seré tu segundo. Eso lo sabe hasta mi padre.

18. Luego los dos sellaron un pacto ante el Señor. David se quedó en Jorés y Jonatán volvió a su casa.

19. Gentes de Zif subieron a Guibeá a informar a Saúl:—David está escondido entre nosotros, en los refugios de Jorés, en la colina de Jaquilá, al sur del desierto.

20. Así que, majestad, puedes bajar cuando quieras, que nosotros lo entregaremos en poder del rey.

21. Saúl les respondió:—Que Dios los bendiga por haberse compadecido de mí.