19. Así fue como Israel se rebeló contra la dinastía de David hasta el día de hoy.
20. Cuando los israelitas se enteraron del regreso de Jeroboán, mandaron a llamarlo ante la asamblea y lo proclamaron rey sobre todo Israel. Y solo la tribu de Judá siguió fiel a la dinastía de David.
21. Cuando Roboán llegó a Jerusalén, reunió a ciento ochenta mil guerreros escogidos de toda la casa de Judá y de la tribu de Benjamín, para atacar a la casa de Israel y devolver el reino a Roboán, hijo de Salomón.
22. Pero Dios dirigió este mensaje al profeta Semaías:
23. —Di a Roboán, hijo de Salomón y rey de Judá, a toda la casa de Judá y Benjamín y al resto del pueblo:
24. «Esto dice el Señor: No vayan a luchar contra sus hermanos, los israelitas; que todos vuelvan a sus casas, pues esto ha sucedido por voluntad mía».Ellos obedecieron la palabra del Señor y suspendieron el ataque, como el Señor les había ordenado.
25. Jeroboán fortificó Siquén, en la montaña de Efraín, y se estableció allí. Luego salió de Siquén y fortificó Penuel.
26. Entonces Jeroboán pensó: «El reino podría volver a la dinastía de Judá.
27. Si esta gente sube a Jerusalén a ofrecer sacrificios en el Templo del Señor, su corazón se volverá hacia su señor Roboán, el rey de Judá; luego me matarán a mí y regresarán con Roboán, el rey de Judá».
28. Así que el rey pidió consejo y mandó hacer dos becerros de oro*. Después dijo a los israelitas:—Ya no tienen que ir más a Jerusalén. ¡Israel, aquí tienes a tu Dios, el que te sacó de Egipto!