La Palabra Versión Hispanoamericana

1 Reyes 12:13-27 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

13. Pero el rey respondió al pueblo con dureza, desoyendo el consejo que le habían dado los ancianos,

14. y les habló siguiendo el consejo de los jóvenes:—Mi padre les impuso un yugo insoportable, pero yo aumentaré su carga. Mi padre los castigó con azotes, pero yo los castigaré a latigazos.

15. Y el rey no quiso escuchar al pueblo, según la decisión del Señor, para cumplir así la promesa que había hecho a Jeroboán, hijo de Nabat, por medio de Ajías de Siló.

16. Cuando todos los israelitas vieron que el rey no les hacía caso, le replicaron diciendo:—¡No tenemos nada que ver con David, ni repartimos herencia con el hijo de Jesé*! ¡A tus tiendas, Israel! Y que ahora David se preocupe de su casa.Y los israelitas marcharon a sus casas.

17. Roboán siguió reinando sobre los israelitas que residían en las ciudades de Judá.

18. El rey Roboán envió a Adonirán, jefe de los trabajos forzados, pero los israelitas lo apedrearon hasta matarlo; entonces el rey Roboán tuvo que apresurarse a subir en su carro para huir a Jerusalén.

19. Así fue como Israel se rebeló contra la dinastía de David hasta el día de hoy.

20. Cuando los israelitas se enteraron del regreso de Jeroboán, mandaron a llamarlo ante la asamblea y lo proclamaron rey sobre todo Israel. Y solo la tribu de Judá siguió fiel a la dinastía de David.

21. Cuando Roboán llegó a Jerusalén, reunió a ciento ochenta mil guerreros escogidos de toda la casa de Judá y de la tribu de Benjamín, para atacar a la casa de Israel y devolver el reino a Roboán, hijo de Salomón.

22. Pero Dios dirigió este mensaje al profeta Semaías:

23. —Di a Roboán, hijo de Salomón y rey de Judá, a toda la casa de Judá y Benjamín y al resto del pueblo:

24. «Esto dice el Señor: No vayan a luchar contra sus hermanos, los israelitas; que todos vuelvan a sus casas, pues esto ha sucedido por voluntad mía».Ellos obedecieron la palabra del Señor y suspendieron el ataque, como el Señor les había ordenado.

25. Jeroboán fortificó Siquén, en la montaña de Efraín, y se estableció allí. Luego salió de Siquén y fortificó Penuel.

26. Entonces Jeroboán pensó: «El reino podría volver a la dinastía de Judá.

27. Si esta gente sube a Jerusalén a ofrecer sacrificios en el Templo del Señor, su corazón se volverá hacia su señor Roboán, el rey de Judá; luego me matarán a mí y regresarán con Roboán, el rey de Judá».