La Palabra Versión Hispanoamericana

1 Reyes 12:1-18 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

1. Roboán fue a Siquén, adonde había acudido todo Israel para proclamarlo rey.

2. Cuando se enteró de ello Jeroboán, el hijo de Nabat, que se había refugiado en Egipto huyendo del rey Salomón, regresó de Egipto.

3. Lo mandaron llamar y Jeroboán llegó con toda la asamblea de Israel para decir a Roboán:

4. —Tu padre nos impuso un yugo insoportable. Si tú aligeras ahora la dura servidumbre y el yugo insoportable que tu padre nos impuso, nosotros te serviremos.

5. Él les respondió:—Márchense y vuelvan a verme dentro de tres días.La gente se marchó

6. y el rey Roboán pidió consejo a los ancianos que habían asistido a su padre Salomón, mientras vivió:—¿Qué me aconsejan responder a esta gente?

7. Ellos le dijeron:—Si hoy te conviertes en servidor de esta gente, si los atiendes y les respondes con buenas palabras, ellos te servirán de por vida.

8. Pero Roboán desoyó el consejo que le dieron los ancianos y consultó a los jóvenes que se habían criado con él y que ahora estaban a su servicio.

9. Él les preguntó:—¿Qué me aconsejan ustedes responder a esta gente que me ha pedido que les suavice el yugo que les impuso mi padre?

10. Los jóvenes que se habían criado con él le respondieron:—Esa gente te ha dicho: «Tu padre nos impuso un yugo insoportable, aligéranoslo tú». Diles tú lo siguiente: «Mi dedo meñique es más gordo que la cintura de mi padre:

11. si mi padre los cargó con un yugo insoportable, yo aumentaré su carga; si mi padre los castigaba con azotes, yo los castigaré a latigazos».

12. Al tercer día, Jeroboán y todo el pueblo fueron a ver a Roboán, tal y como el rey les había dicho.

13. Pero el rey respondió al pueblo con dureza, desoyendo el consejo que le habían dado los ancianos,

14. y les habló siguiendo el consejo de los jóvenes:—Mi padre les impuso un yugo insoportable, pero yo aumentaré su carga. Mi padre los castigó con azotes, pero yo los castigaré a latigazos.

15. Y el rey no quiso escuchar al pueblo, según la decisión del Señor, para cumplir así la promesa que había hecho a Jeroboán, hijo de Nabat, por medio de Ajías de Siló.

16. Cuando todos los israelitas vieron que el rey no les hacía caso, le replicaron diciendo:—¡No tenemos nada que ver con David, ni repartimos herencia con el hijo de Jesé*! ¡A tus tiendas, Israel! Y que ahora David se preocupe de su casa.Y los israelitas marcharon a sus casas.

17. Roboán siguió reinando sobre los israelitas que residían en las ciudades de Judá.

18. El rey Roboán envió a Adonirán, jefe de los trabajos forzados, pero los israelitas lo apedrearon hasta matarlo; entonces el rey Roboán tuvo que apresurarse a subir en su carro para huir a Jerusalén.