16. Les ruego, pues, que sigan mi ejemplo,
17. para lo que les he enviado a Timoteo, hijo mío muy querido y cristiano de fiar. Él les recordará el estilo de vida que tengo yo como creyente en Cristo Jesús y que voy enseñando por doquier en cada iglesia.
18. Pensando que no iré a visitarlos, algunos han comenzado a envalentonarse.
19. Pues bien, si Dios quiere, les haré pronto una visita, y entonces veremos si esos engreídos hacen tanto como dicen.
20. Porque el reino de Dios no es cuestión de palabras, sino de eficacia.
21. ¿Qué prefieren: que vaya vara en mano o con espíritu de amor y suavidad?