La Palabra Versión Hispanoamericana

1 Corintios 14:1-15 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

1. Busquen, pues, sin descanso el amor y ambicionen también los dones del Espíritu, pero sobre todo el don de comunicar mensajes de parte de Dios.

2. Pues quien habla un lenguaje misterioso se dirige a Dios, pero no a los seres humanos; impulsado por el Espíritu, habla de cosas misteriosas que nadie entiende.

3. En cambio, el que comunica mensajes de parte de Dios, se dirige a los seres humanos, les sirve de provecho espiritual, los anima y los consuela.

4. El que posee el don de hablar un lenguaje misterioso se beneficia a sí mismo, mientras que quien tiene el don de comunicar mensajes divinos, contribuye al provecho espiritual de la Iglesia.

5. Me gustaría que todos ustedes disfrutasen de ese don de hablar un lenguaje misterioso; sin embargo, prefiero que tengan el de comunicar mensajes de parte de Dios. Y es que, para el provecho espiritual de la Iglesia, es más útil el que comunica mensajes que quien habla un lenguaje misterioso, a no ser que alguien interprete ese lenguaje misterioso.

6. En concreto, hermanos, supongan que yo los visito y que me dirijo a ustedes utilizando ese lenguaje misterioso. ¿De qué les aprovecharía si no les comunicase alguna revelación, algún conocimiento, algún mensaje o alguna enseñanza?

7. Tienen el caso de los instrumentos musicales, la flauta o el arpa, por ejemplo. Si no emiten clara y distintamente los sonidos, ¿cómo saber si es la flauta o el arpa lo que suena?

8. Y si el toque de la trompeta llega de forma irreconocible, ¿quién va a prepararse para la batalla?

9. Pues lo mismo ustedes: si se expresan en un lenguaje misterioso en lugar de usar palabras inteligibles, ¿quién entendería lo que dicen? ¡Estarán hablando a las paredes!

10. En el mundo hay infinidad de idiomas, y cada uno tiene su forma particular.

11. Pero si desconozco la forma de un idioma, seré un extranjero para quien quiera hablar conmigo, y él lo será para mí.

12. Pues lo mismo ustedes: ya que tanto ambicionan los dones del Espíritu, procuren, al menos, poseer en abundancia los que contribuyan al provecho espiritual de la Iglesia.

13. Concluyendo: el que posea el don de hablar en un lenguaje misterioso, pídale a Dios el don de interpretarlo.

14. Porque si estoy orando en ese lenguaje misterioso, mi espíritu ora ciertamente, pero mi mente no recibe fruto alguno.

15. ¿Qué hacer entonces? Trataré de orar impulsado por el Espíritu, pero intentando comprender lo que digo; trataré de cantar impulsado por el Espíritu, pero intentando entender lo que canto.