La Palabra Versión Hispanoamericana

1 Corintios 15:32-43 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

32. Y si solo aspiro a una recompensa humana, ¿de qué me sirve haber sostenido en Éfeso un combate contra fieras*? Si los muertos no resucitan, ¡comamos y bebamos, que mañana moriremos!

33. No se engañen: «Las malas compañías corrompen las buenas costumbres».

34. Retornen al buen camino y no sigan pecando; pues, para vergüenza de ustedes, tengo que decirles que algunos de ustedes desconocen a Dios.

35. Alguien preguntará: ¿y cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo lo harán?

36. ¡Tonto de ti! Si tú siembras algo, no cobrará nueva vida a menos que antes muera.

37. Y lo que siembras no es la planta entera que después ha de brotar, sino un simple grano, de trigo o de cualquier otra semilla.

38. Dios, por su parte, proporciona a esa semilla, y a todas y cada una de las semillas, la forma que le parece conveniente.

39. No todos los cuerpos son iguales: hay diferencia entre el cuerpo del ser humano, el del ganado, el de las aves y el de los peces.

40. Hay cuerpos celestes y cuerpos terrestres. Y no es el mismo resplandor el de los unos que el de los otros.

41. No brilla el sol como brillan la luna o las estrellas; e incluso entre las estrellas, cada una tiene un brillo diferente.

42. Así sucede con la resurrección de los muertos: se siembra algo corruptible, resucita incorruptible;

43. se siembra una cosa despreciable, resucita resplandeciente de gloria; se siembra algo endeble, resucita pleno de vigor;