5. Los dioses de otras naciones no son sino ídolos; en cambio, el SEÑOR hizo el cielo.
6. Hay esplendor y majestad ante su presencia; poder y belleza en su templo santo.
7. Familias de las naciones, alaben al SEÑOR; den la gloria y el poder al SEÑOR.
8. Alaben el nombre del SEÑOR; lleven ofrendas al templo.
9. Alaben al SEÑOR en su hermoso templo; que toda la tierra tiemble delante de él.
10. Anuncien a las naciones: «¡El SEÑOR es Rey!» Él estableció el mundo, no será removido. El SEÑOR juzgará a los pueblos con imparcialidad.