18. Retumbó el trueno de tu voz en el tornado y tus rayos iluminaron todo; la tierra entera se sacudió y tembló.
19. Te abriste camino por el mar, atravesaste las aguas profundas y no dejaste rastro de tus huellas.
20. Guiaste a tu pueblo como a un rebaño, por medio de Moisés y Aarón.