56. Esto es lo que yo hago: sigo cuidadosamente tus instrucciones.
57. SEÑOR, dedico mi vida entera a obedecer tus mandatos.
58. Deseo servirte con toda mi alma, así que sé bueno conmigo como lo prometiste.
59. Examiné cuidadosamente mi vida y decidí regresar a ti y seguir tus enseñanzas.
60. Me di prisa, no me tardé, a obedecer tus mandamientos.
61. Aunque los perversos me tienen rodeado, yo no he olvidado tus enseñanzas.
62. En medio de la noche me despierto y me levanto para agradecerte por tus justas órdenes.