La Biblia: La Palabra de Dios para Todos

Juan 8:38-54 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

38. Yo les hablo de lo que mi Padre me mostró, pero ustedes hacen lo que han oído de su padre.

39. Ellos le contestaron: —¡Nuestro padre es Abraham! Entonces Jesús les dijo: —Si ustedes fueran hijos de Abraham, harían lo mismo que él hizo.

40. Sin embargo, ahora ustedes tratan de matarme. Soy un hombre que les ha dicho la verdad que recibió de Dios. ¡Abraham no hizo nada de eso!

41. Ustedes hacen lo que su padre hace. Ellos le dijeron: —Nosotros no somos como esos hijos que nunca han conocido a su padre. Tenemos un solo padre, que es Dios.

42. Jesús les dijo: —Si Dios fuera su padre, me amarían porque yo vengo de Dios y ahora estoy aquí. No vine por mi cuenta, él me envió.

43. ¿Por qué no entienden lo que digo? Porque no pueden aceptar mi mensaje.

44. Ustedes son de su padre el diablo y les gusta hacer las maldades que el diablo quiere que hagan. Desde el comienzo él fue un asesino y no tiene nada que ver con la verdad porque no hay verdad en él. Cuando dice mentiras, habla de lo suyo porque es un mentiroso y padre de la mentira.

45. Yo les digo la verdad, pero ustedes no me creen.

46. ¿Cuál de ustedes puede decir que yo soy culpable de pecado? Si yo les digo la verdad, ¿por qué no me creen?

47. El que pertenece a Dios acepta lo que Dios dice. Ustedes no aceptan lo que Dios dice, porque no son de Dios.

48. Los judíos le respondieron: —Tú eres como un samaritano, y tienes un demonio que te está volviendo loco. ¿No es cierto que tenemos razón al decir esto?

49. Jesús respondió: —No tengo ningún demonio. Lo que hago es honrar a mi Padre, pero ustedes me insultan.

50. Yo no busco honor para mí, pero hay alguien que quiere darme honor, y él es quien juzga.

51. Les digo la verdad: el que obedezca mi mensaje, no morirá jamás.

52. Ellos le dijeron: —Ahora sabemos que tienes un demonio dentro de ti. Abraham y los profetas murieron y tú dices: “El que obedezca mi mensaje no morirá jamás”.

53. ¿Acaso tú eres más importante que nuestro padre Abraham? Él murió y los profetas también. ¿Tú quién te crees?

54. Jesús contestó: —Si yo me doy honor a mí mismo, eso no vale nada. Mi Padre me honra, el que ustedes dicen que es su Dios.