La Biblia: La Palabra de Dios para Todos

Juan 1:26-43 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

26. Juan les respondió: —Yo bautizo con agua, pero entre ustedes hay alguien que no conocen y

27. él viene después de mí. Yo no soy digno de desatarle la correa de sus sandalias.

28. Eso pasó en Betania, al otro lado del Jordán, donde Juan estaba bautizando.

29. Al día siguiente, Juan vio que Jesús venía hacia él y dijo: «Miren, él es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.

30. A él me refería cuando dije: “Hay un hombre que viene después de mí que es más importante que yo porque existía antes que yo”.

31. Yo mismo no lo conocía, pero vine a bautizar con agua para que así Israel pudiera darse cuenta de quién es él».

32. Entonces Juan dio este testimonio: «Yo vi al Espíritu que bajó del cielo en forma de paloma y se colocó sobre él.

33. Yo no lo conocía, pero Dios que me envió para que bautizara con agua, me dijo: “Tú verás al Espíritu bajar y colocarse sobre el que bautiza con el Espíritu Santo”.

34. Lo he visto y por eso doy testimonio de que este es el Hijo de Dios».

35. Al día siguiente, Juan estaba allí de nuevo con dos de sus seguidores.

36. Cuando vio pasar a Jesús, dijo: —Miren, este es el Cordero de Dios.

37. Cuando los dos seguidores lo escucharon decir esto, siguieron a Jesús.

38. Jesús se dio la vuelta, vio que lo seguían y les preguntó: —¿Qué quieren? Ellos le dijeron: —Rabí, (que significa: Maestro) ¿dónde te estás quedando?

39. Jesús les contestó: —Vengan a ver. Entonces ellos fueron y vieron dónde se estaba quedando y pasaron ese día con él. Eso fue como a las cuatro de la tarde.

40. Andrés, hermano de Simón Pedro, fue uno de los dos que oyó a Juan y siguió a Jesús.

41. Primero buscó a su hermano Simón y le dijo: —Encontramos al Mesías (que significa: el Rey Elegido por Dios).

42. Andrés llevó a Simón Pedro a donde estaba Jesús. Jesús lo vio y dijo: —Tú eres Simón hijo de Juan, pero ahora te llamarás Cefas (que significa: Pedro).

43. Al día siguiente, Jesús decidió ir a Galilea. Encontró a Felipe, y le dijo: —Sígueme.