La Biblia: La Palabra de Dios para Todos

Génesis 47:19-31 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

19. Con seguridad moriremos frente a sus ojos. Cómprenos a nosotros y nuestras tierras a cambio de comida. Nosotros nos convertiremos en esclavos del faraón y nuestras tierras también le pertenecerán a él. Suminístrenos semillas para sembrar, así podremos sobrevivir y la tierra no se convertirá en un desierto.

20. Entonces José compró toda la tierra de Egipto para el faraón. Todos los egipcios vendieron sus campos porque tenían mucha hambre. Y la tierra pasó a ser del faraón.

21. Hizo que toda la gente, de un extremo a otro de Egipto, se convirtiera en esclavos del faraón.

22. La única tierra que no compró era la de los sacerdotes. Los sacerdotes no necesitaban vender su tierra porque el faraón les pagaba por su trabajo, y ellos usaban ese dinero para comprar comida.

23. José le dijo a la gente: —Hoy los compré a ustedes y a sus tierras para el faraón. Aquí tienen las semillas, vayan y siémbrenlas.

24. Pero en tiempo de cosecha deben darle al faraón una quinta parte de lo que recojan. Las otras cuatro partes serán de ustedes. Tendrán semillas para sembrar y comida para ustedes, sus familiares y sus hijos.

25. La gente dijo: —¡Nos salvó la vida! Si usted quiere, señor, seremos esclavos del faraón.

26. Entonces José estableció una ley que aún rige en Egipto: una quinta parte de las cosechas le pertenece al faraón. La única tierra que no es de él es la de los sacerdotes.

27. Israel se quedó a vivir en Egipto, en la tierra de Gosén. Allí compraron tierras, tuvieron muchos hijos y la familia se volvió muy grande.

28. Jacob vivió diecisiete años en la tierra de Egipto. Vivió hasta los ciento cuarenta y siete años de edad.

29. Cuando se acercó la hora en que Israel debía morir, llamó a su hijo José y le dijo: —Si en verdad me amas, pon tu mano bajo mi muslo y prométeme que vas a hacer lo que te digo: por favor no me entierres en Egipto.

30. Cuando vaya a descansar junto con mis antepasados, sácame de Egipto y entiérrame en el sepulcro de ellos. Entonces José le dijo: —Haré lo que me pides.

31. Luego Israel dijo: —Prométemelo. José lo prometió e Israel se recostó sobre la cabecera de la cama.