La Biblia: La Palabra de Dios para Todos

Génesis 47:11-27 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

11. José instaló a su papá y a sus hermanos. Les dio la mejor tierra de Egipto, en la tierra de Ramsés, tal como el faraón se lo había ordenado.

12. José les dio comida a su papá y a sus hermanos, incluso a los más pequeños.

13. Había mucha hambre. No había comida en ninguna parte. Por lo tanto, debido al hambre, las tierras de Egipto y Canaán se sumieron en la pobreza.

14. Entonces José recolectó todo el dinero que había en la tierra de Canaán y en la tierra de Egipto que le pagaron a cambio del trigo que compraron. José llevó el dinero a la casa del faraón.

15. Cuando se acabó todo el dinero en Canaán y Egipto, los egipcios fueron a ver a José y le dijeron: —Denos comida. Ya se nos acabó todo el dinero, si no nos da comida moriremos frente a sus ojos.

16. Entonces José dijo: —Denme sus rebaños. Si se les acabó el dinero, les daré comida a cambio de sus rebaños.

17. La gente le llevó sus rebaños a José, y él les dio comida a cambio de sus caballos, sus rebaños de ovejas, su ganado y sus burros. Ese año les dio comida a cambio de todos sus animales.

18. Cuando se acabó el año, la gente volvió y le dijo: —Usted sabe, señor, que se nos acabó el dinero y que ya le dimos todos nuestros animales. Sólo nos quedan nuestros cuerpos y nuestras tierras.

19. Con seguridad moriremos frente a sus ojos. Cómprenos a nosotros y nuestras tierras a cambio de comida. Nosotros nos convertiremos en esclavos del faraón y nuestras tierras también le pertenecerán a él. Suminístrenos semillas para sembrar, así podremos sobrevivir y la tierra no se convertirá en un desierto.

20. Entonces José compró toda la tierra de Egipto para el faraón. Todos los egipcios vendieron sus campos porque tenían mucha hambre. Y la tierra pasó a ser del faraón.

21. Hizo que toda la gente, de un extremo a otro de Egipto, se convirtiera en esclavos del faraón.

22. La única tierra que no compró era la de los sacerdotes. Los sacerdotes no necesitaban vender su tierra porque el faraón les pagaba por su trabajo, y ellos usaban ese dinero para comprar comida.

23. José le dijo a la gente: —Hoy los compré a ustedes y a sus tierras para el faraón. Aquí tienen las semillas, vayan y siémbrenlas.

24. Pero en tiempo de cosecha deben darle al faraón una quinta parte de lo que recojan. Las otras cuatro partes serán de ustedes. Tendrán semillas para sembrar y comida para ustedes, sus familiares y sus hijos.

25. La gente dijo: —¡Nos salvó la vida! Si usted quiere, señor, seremos esclavos del faraón.

26. Entonces José estableció una ley que aún rige en Egipto: una quinta parte de las cosechas le pertenece al faraón. La única tierra que no es de él es la de los sacerdotes.

27. Israel se quedó a vivir en Egipto, en la tierra de Gosén. Allí compraron tierras, tuvieron muchos hijos y la familia se volvió muy grande.