La Biblia: La Palabra de Dios para Todos

Génesis 3:3-18 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

3. Pero Dios nos dijo “No deben comer frutos del árbol que está en medio del jardín, ni siquiera tocarlo porque si lo hacen morirán”.

4. Entonces la serpiente le dijo a la mujer: —Con seguridad no morirán.

5. Incluso Dios sabe que cuando ustedes coman de ese árbol, comprenderán todo mejor; serán como Dios porque podrán diferenciar entre el bien y el mal.

6. Cuando la mujer vio que el árbol era hermoso y los frutos que daba eran buenos para comer, y que además ese árbol era atractivo por la sabiduría que podía dar, tomó algunos frutos del árbol y se los comió. Su esposo se encontraba con ella, ella le dio, y él también comió.

7. Como si se les abrieran los ojos, se dieron cuenta de que estaban desnudos. Entonces se hicieron ropa cosiendo hojas de higuera.

8. Escucharon el sonido del SEÑOR Dios caminando por el jardín a la hora fresca de la tarde. El hombre y su mujer se escondieron de la presencia del SEÑOR Dios detrás de los árboles del jardín.

9. El SEÑOR Dios llamó al hombre y le dijo: —¿Dónde estás?

10. El hombre le respondió: —Escuché que andabas por el jardín y me asusté porque estaba desnudo, entonces me escondí.

11. Luego Dios le preguntó: —¿Quién te dijo que estabas desnudo? ¿Acaso has comido del árbol del que les prohibí comer?

12. El hombre dijo: —La mujer que me diste por compañera me dio fruto de ese árbol, y yo comí.

13. Luego el SEÑOR Dios le preguntó a la mujer: —¿Conque esas tenemos? Y la mujer respondió: —La serpiente me engañó y yo comí.

14. Entonces el SEÑOR Dios le dijo a la serpiente: —Por haber hecho esto, serás maldita entre todos los animales. Tendrás que arrastrarte sobre tu vientre y comerás polvo todos los días de tu vida.

15. Haré que tú y la mujer sean enemigas y que tu descendencia sea enemiga de la de ella. La descendencia de ella buscará aplastarte la cabeza mientras tú le tratarás de picar en el talón.

16. Después Dios le dijo a la mujer: —Te daré más trabajo y multiplicaré tus embarazos; y con todo y tu duro trabajo, tendrás también que dar a luz a los hijos. Desearás estar con tu marido, pero él te dominará a ti.

17. Luego Dios le dijo al hombre: —Ya que tú obedeciste a tu mujer y comiste del árbol que yo te había prohibido, la tierra estará maldita por tu culpa. Tendrás que conseguir la comida por medio de duro trabajo, durante todos los días de tu vida.

18. Del suelo nacerán cardos y espinas para ti. Y tendrás que comer plantas del campo.