58. Pedro, que lo había seguido de lejos hasta la mansión del sumo sacerdote, entró también y se sentó junto a los criados para ver en qué terminaba todo aquello.
59. Los jefes de los sacerdotes y el pleno del Consejo Supremo andaban buscando un testimonio falso contra Jesús para condenarlo a muerte.
60. Pero no lo encontraban, a pesar de los muchos testigos falsos que comparecían ante ellos. Finalmente comparecieron dos,
61. que dijeron:— Este ha afirmado: “Yo puedo derribar el Templo de Dios y reconstruirlo en tres días”.
62. Levantándose entonces el sumo sacerdote, dijo a Jesús:— ¿No tienes nada que alegar a lo que estos testifican contra ti?