16. En cuanto a ustedes, felices sus ojos por lo que ven y sus oídos por lo que oyen.
17. Les aseguro que muchos profetas y muchos justos desearon ver lo que ustedes están viendo, y no lo vieron, y oír lo que ustedes están oyendo, y no lo oyeron.
18. Escuchen, pues, lo que significa la parábola del sembrador:
19. Hay quien oye el mensaje del Reino, pero no le presta atención; llega el maligno y le arranca lo que tenía sembrado en el corazón; es como la semilla que cayó al borde del camino.
20. Hay quien es como la semilla que cayó en terreno pedregoso: oye el mensaje y de momento lo recibe con alegría;
21. pero no tiene raíces y es voluble; así que, cuando le llegan pruebas o persecuciones a causa del propio mensaje, al punto sucumbe.