13. Así lo anunciaron todos los profetas y la ley de Moisés hasta que llegó Juan.
14. Pues, en efecto, Juan es Elías, el profeta que tenía que venir.
15. Quien pueda entender esto, que lo entienda.
16. ¿A qué compararé esta gente de hoy? Puede compararse a esos niños que, sentados en la plaza, interpelan a los otros
17. diciendo: “Hemos tocado la flauta para ustedes y ustedes no han bailado; les hemos cantado tonadas tristes, y no han llorado”.