11. Porque la gracia de Dios se ha manifestado, trayendo salvación a todos los hombres,
12. enseñándonos, que negando la impiedad y los deseos mundanos, vivamos en este mundo sobria, justa y piadosamente,
13. aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador Cristo Jesús,
14. quien se dio a sí mismo por nosotros, para redimirnos de toda iniquidad y purificar para siun pueblo para posesion suya, celoso de buenas obras.
15. Esto habla, exhorta y reprende con toda autoridad. Que nadie te menosprecie.