1. El que habita al abrigo del Altísimo morará a la sombra del Omnipotente.
2. Diré yo al Señor: Refugio mío y fortaleza mía, mi Dios, en quien confío.
3. Porque El te libra del lazo del cazador y de la pestilencia mortal.
4. Con sus plumas te cubre, y bajo sus alas hallas refugio; escudo y baluarte es su fidelidad.
5. No temerás el terror de la noche, ni la flecha que vuela de día,