37. Será establecido para siempre como la luna, fiel testigo en el cielo. (Selah)
38. Pero tú lo has rechazado y desechado, contra tu ungido te has enfurecido.
39. Has despreciado el pacto de tu siervo; has profanado su corona echándola por tierra.
40. Has derribado todos sus muros; has convertido en ruinas sus fortalezas.
41. Todos los que pasan por el camino lo saquean; ha venido a ser una afrenta para sus vecinos.
42. Tú has exaltado la diestra de sus adversarios; has hecho regocijarse a todos sus enemigos.
43. Has retirado también el filo de su espada, y no le has hecho estar firme en la batalla.
44. Has hecho cesar su esplendor, y has echado por tierra su trono.
45. Has acortado los días de su juventud; lo has cubierto de ignominia. (Selah)
46. ¿Hasta cuándo, Señor? ¿Te esconderás para siempre? ¿Arderá como el fuego tu furor?
47. Recuerda cuán breve es mi vida; ¡con qué propósito vano has creado a todos los hijos de los hombres!
48. ¿Qué hombre podrá vivir y no ver la muerte? ¿Podrá librar su alma del poder del Seol? (Selah)
49. ¿Dónde están, Señor, tus misericordias de antes, que en tu fidelidad juraste a David?