1. Escucha, pueblo mío, mi enseñanza; inclinad vuestro oído a las palabras de mi boca.
2. En parábolas abriré mi boca; hablaré enigmas de la antigüedad,
3. que hemos oído y conocido, y que nuestros padres nos han contado.
4. No lo ocultaremos a sus hijos, sino que contaremos a la generación venidera las alabanzas del Señor, su poder y las maravillas que hizo.
5. Porque El estableció un testimonio en Jacob, y puso una ley en Israel, la cual ordenó a nuestros padres que enseñaran a sus hijos;