9. No me rechaces en el tiempo de la vejez; no me desampares cuando me falten las fuerzas.
10. Porque mis enemigos han hablado de mí; y los que acechan mi vida han consultado entre sí,
11. diciendo: Dios lo ha desamparado; perseguidlo y apresadlo, pues no hay quien lo libre.
12. Oh Dios, no estés lejos de mí; Dios mío, apresúrate a socorrerme.
13. Sean avergonzados y consumidos los enemigos de mi alma; sean cubiertos de afrenta y de ignominia los que procuran mi mal.
14. Mas yo esperaré continuamente, y aún te alabaré más y más.
15. Todo el día contará mi boca de tu justicia y de tu salvación, porque son innumerables.
16. Vendré con los hechos poderosos de Dios el Señor; haré mención de tu justicia, de la tuya sola.
17. Oh Dios, tú me has enseñado desde mi juventud, y hasta ahora he anunciado tus maravillas.