1. Señor, no me reprendas en tu ira, ni me castigues en tu furor.
2. Ten piedad de mí, Señor, pues languidezco; sáname, Señor, porque mis huesos se estremecen.
3. Mi alma también está muy angustiada; y tú, oh Señor, ¿hasta cuándo?
4. Vuélvete, Señor, rescata mi alma; sálvame por tu misericordia.
5. Porque no hay en la muerte memoria de ti; en el Seol, ¿quién te dará gracias?
6. Cansado estoy de mis gemidos; todas las noches inundo de llanto mi lecho, con mis lágrimas riego mi cama.
7. Se consumen de sufrir mis ojos; han envejecido a causa de todos mis adversarios.