4. En tu majestad cabalga en triunfo, por la causa de la verdad, de la humildad y de la justicia; que tu diestra te enseñe cosas tremendas.
5. Tus saetas son agudas; los pueblos caen debajo de ti; en el corazón de los enemigos del rey están tus flechas.
6. Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; cetro de equidad es el cetro de tu reino.
7. Has amado la justicia y aborrecido la iniquidad; por tanto Dios, tu Dios, te ha ungido con óleo de alegría más que a tus compañeros.
8. Todas tus vestiduras están perfumadas con mirra, áloe y casia; desde palacios de marfil te han alegrado con instrumentos de cuerda.
9. Hijas de reyes hay entre tus damas nobles; a tu diestra, en oro de Ofir, está la reina.
10. Escucha, hija, presta atención e inclina tu oído; olvídate de tu pueblo y de la casa de tu padre.
11. Entonces el rey deseará tu hermosura; inclínate ante él, porque él es tu señor.
12. Y la hija de Tiro vendrá con presentes; los ricos del pueblo suplicarán tu favor.