1. Rebosa en mi corazón un tema bueno; al rey dirijo mis versos; mi lengua es como pluma de escribiente muy ligero.
2. Eres el más hermoso de los hijos de los hombres; la gracia se derrama en tus labios; por tanto, Dios te ha bendecido para siempre.
3. Ciñe tu espada sobre el muslo, oh valiente, en tu esplendor y tu majestad.