9. Y mi alma se regocijará en el Señor; en su salvación se gozará.
10. Dirán todos mis huesos: Señor, ¿quién como tú, que libras al afligido de aquel que es más fuerte que él, sí, al afligido y al necesitado de aquel que lo despoja?
11. Se levantan testigos malvados, y de lo que no sé me preguntan.
12. Me devuelven mal por bien para aflicción de mi alma.
13. Pero yo, cuando ellos estaban enfermos, vestía de cilicio; humillé mi alma con ayuno, y mi oración se repetía en mi pecho.
14. Como por mi amigo, como por mi hermano, andaba de aquí para allá; como el que está de duelo por la madre, enlutado me encorvaba.
15. Pero ellos se alegraron en mi tropiezo, y se reunieron; los agresores, a quienes no conocía, se juntaron contra mí; me despedazaban sin cesar.
16. Como bufones impíos en una fiesta, rechinaban sus dientes contra mí.