1. Salva, Señor, porque el piadoso deja de ser; porque los fieles desaparecen de entre los hijos de los hombres.
2. Falsedad habla cada uno a su prójimo; hablan con labios lisonjeros y con doblez de corazón.
3. Corte el Señor todo labio lisonjero, la lengua que habla con exageración;
4. a los que han dicho: Con nuestra lengua prevaleceremos, nuestros labios nos defienden; ¿quién es señor sobre nosotros?
5. Por la desolación del afligido, por los gemidos del menesteroso, me levantaré ahora, dice el Señor; lo pondré en la seguridad que anhela.