156. Muchas son, oh Señor, tus misericordias; vivifícame conforme a tus ordenanzas.
157. Muchos son mis perseguidores y mis adversarios, pero yo no me aparto de tus testimonios.
158. Veo a los pérfidos y me repugnan, porque no guardan tu palabra.
159. Mira cuánto amo tus preceptos; vivifícame, Señor, conforme a tu misericordia.
160. La suma de tu palabra es verdad, y cada una de tus justas ordenanzas es eterna.
161. Príncipes me persiguen sin causa, pero mi corazón teme tus palabras.