18. Se vistió de maldición como si fuera su manto, y entró como agua en su cuerpo, y como aceite en sus huesos.
19. Séale como vestidura con que se cubra, y por cinto con que se ciña siempre.
20. Sea esta la paga del Señor para mis acusadores, y para los que hablan mal contra mi alma.
21. Mas tú, oh Dios, Señor, por amor de tu nombre hazme bien; líbrame, pues es buena tu misericordia;
22. porque afligido y necesitado estoy, y mi corazón está herido dentro de mí.
23. Voy pasando como sombra que se alarga; soy sacudido como la langosta.
24. Mis rodillas están débiles por el ayuno, y mi carne sin gordura ha enflaquecido.
25. Me he convertido también en objeto de oprobio para ellos; cuando me ven, menean la cabeza.
26. Ayúdame, Señor, Dios mío, sálvame conforme a tu misericordia;