6. No considera la senda de la vida; sus senderos son inestables, y no lo sabe.
7. Ahora pues, hijos míos, escuchadme, y no os apartéis de las palabras de mi boca.
8. Aleja de la extraña tu camino, y no te acerques a la puerta de su casa;
9. no sea que des tu vigor a otros y tus años al cruel;