25. Pero cuando habían echado fuera a la gente, El entró y la tomó de la mano; y la niña se levantó.
26. Y esta noticia se difundió por toda aquella tierra.
27. Al irse Jesús de allí, dos ciegos le siguieron, gritando y diciendo: ¡Hijo de David, ten misericordia de nosotros!
28. Y después de haber entrado en la casa, se acercaron a El los ciegos, y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos le respondieron: Sí, Señor.