37. Pero respondiendo El, les dijo: Dadles vosotros de comer. Y ellos le dijeron: ¿Quieres que vayamos y compremos doscientos denarios de pan y les demos de comer?
38. Y El les dijo: ¿Cuántos panes tenéis? Id y ved. Y cuando se cercioraron le dijeron: Cinco, y dos peces.
39. Y les mandó que todos se recostaran por grupos sobre la hierba verde.
40. Y se recostaron por grupos de cien y de cincuenta.
41. Entonces El tomó los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, los bendijo, y partió los panes y los iba dando a los discípulos para que se los sirvieran; también repartió los dos peces entre todos.
42. Todos comieron y se saciaron.
43. Y recogieron doce cestas llenas de los pedazos, y también de los peces.
44. Los que comieron los panes eran cinco mil hombres.
45. Enseguida hizo que sus discípulos subieran a la barca y fueran delante de El al otro lado, a Betsaida, mientras El despedía a la multitud.
46. Y después de despedirse de ellos, se fue al monte a orar.
47. Al anochecer, la barca estaba en medio del mar, y El estaba solo en tierra.
48. Y al verlos remar fatigados, porque el viento les era contrario, como a la cuarta vigilia de la noche, fue hacia ellos andando sobre el mar, y quería pasarles de largo.
49. Pero cuando ellos le vieron andando sobre el mar, pensaron que era un fantasma y se pusieron a gritar;
50. porque todos le vieron y se turbaron. Pero enseguida El habló con ellos y les dijo: ¡Tened ánimo; soy yo, no temáis!
51. Y subió con ellos a la barca, y el viento se calmó; y ellos estaban asombrados en gran manera,
52. porque no habían entendido lo de los panes, sino que su mente estaba embotada.
53. Terminada la travesía, llegaron a tierra en Genesaret, y atracaron.