1. Y llegaron al otro lado del mar, a la tierra de los gadarenos.
2. Y cuando El salió de la barca, enseguida vino a su encuentro, de entre los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo,
3. que tenía su morada entre los sepulcros; y nadie podía ya atarlo ni aun con cadenas;
4. porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, pero él había roto las cadenas y destrozado los grillos, y nadie era tan fuerte como para dominarlo.
5. Y siempre, noche y día, andaba entre los sepulcros y en los montes dando gritos e hiriéndose con piedras.
6. Cuando vio a Jesús de lejos, corrió y se postró delante de El;
7. y gritando a gran voz, dijo: ¿Qué tengo yo que ver contigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te imploro por Dios que no me atormentes.
8. Porque Jesús le decía: Sal del hombre, espíritu inmundo.